Una nueva doctrina Económica para el desarrollo del ser humano, en su nueva realidad y los desafíos que debe afrontar.

Partiendo de la base que la riqueza de una sociedad se fundamenta en sus recursos y su capital humano, hemos de entender que cualquier sistema que no pueda, quiera o sepa utilizar, explotar o trabajar sobre esas premisas, no solo no sirve sino que perjudica su obtención. Obviamente, en el momento que el sistema capitalista o de “libre mercado”*, como ahora se hace llamar para limpiar su imagen, pretende crear la riqueza de una sociedad especulando artificialmente el valor de sus recursos y desperdiciando su capital humano creando paro, lo que equivale a perder una ingente cantidad de riqueza, a la vez que crea desesperación en una parte de esa sociedad que verá truncado su futuro durante el curso de su vida, deja de servir para lo que nos interesa.

No es la primera vez y mucho nos tememos que tampoco la última, que llamamos la atención sobre la cortedad de criterio de nuestros políticos, principalmente de la derecha, y de una mayoría de economistas, que siguen tratando su ciencia como una herramienta para encontrar el mejor o más rápido camino hacia el crecimiento, quizá porque han olvidado que la economía trata de conseguir la felicidad del ser humano, más a través del bienestar que de la abundancia. Es decir, que no se trata de economía sino de socioeconomía.
La Economía Real ha de fundamentarse en el estudio de los seres humanos, desarrollar lo que motiva su existencia, la mantiene y la enriquece, y corregir o eliminar los factores que la ponen en riesgo.

La economía convencional, salvo en las contadas ocasiones que ha intentado un acercamiento a la realidad, ha olvidado cosas tan importantes como la economía doméstica, la medioambiental, las relaciones sociales y la del ciudadano con la administración, la igualdad, el techo de cristal no solo con las mujeres, el paro juvenil y el de larga duración. Unos pocos ejemplos de una larga lista de factores que afectan directamente al crecimiento de las personas.
La economía está inserta en el ser humano, sus vivencias y sus deseos dependen de ella, y el ser humano, al igual que todos los seres del planeta, lo están de la naturaleza. Al contrario de la Economía Convencional, que se desarrolla ocultando la naturaleza o, en el mejor de los casos, esquivándola, el Bienestar Real del ser humano, sea cual sea el sistema sociopolítico que haya escogido para su desarrollo, depende directamente de la naturaleza, y cualquier política ha de ir encaminada a preservarla y adaptarse a ella, no al contrario.

Seguidamente, proponemos diez puntos como ejemplos de una larga lista de factores que afectan directamente al crecimiento de las personas.

*La idea de libre mercado apropiada por el capitalismo, no tiene nada que ver con su sentido original, en tanto que pretende la supervivencia del productor a costa del hundimiento de su competidor, lo cual, y en la dimensión de Estado, lleva a guerras o a conseguir la hegemonía, no gracias a un mejor producto sino a evitar el comercio o la producción de su potencial competidor.

1. La ciencia económica no debería tratar sobre cómo producir y consumir más, sino en adaptar nuestra actividad económica a las necesidades de consumo y de Bienestar Real.

2. El desarrollo óptimo del ser humano como especie depende directamente de la igualdad de oportunidades, por lo cual todo ser humano ha de disponer una educación y sanidad de semejante calidad.

3. La sociedad debe abandonar lo que en muchos ámbitos se denomina “Patriarcado Laboral”. Ningún trabajo, especialidad o carrera han de estar vinculados, sea por costumbre o valores, en su masculinidad o feminidad. Todas las personas, indistintamente de su sexo, han de tener el mismo salario por igual trabajo.

4. La felicidad del ser humano ha de convertirse en el principal objetivo, pasando el beneficio dinerario a segundo plano. -La sociedad, indistintamente de si es capitalista o marxista, tiene el máximo beneficio económico como meta principal, sin tener presente la felicidad del ser humano como bien a conseguir, a no ser que esta aumente la rentabilidad o pueda ser convertida en negocio-

5. Indistintamente de su sexo, las personas que por su situación han de trabajar en los cuidados, labores domésticas y lo que actualmente se define como reproducción, han de disponer de un salario acorde con el esfuerzo, el tiempo empleado y la riqueza generada, que es enorme, descontando siempre el beneficio que obtendrá de él -criar y mantener un hijo o a un ascendiente tiene un coste, pero en el primer caso también un potencial y posterior beneficio-

6. La producción de bienes de consumo es producto del trabajo y de la transformación de unos recursos naturales que se han demostrado finitos, por lo cual, cualquier consumo de esos recursos debe tener en cuenta su regeneración o reaprovechamiento para un nuevo consumo, sea natural o artificial, de lo contrario no lo calificaremos como producción sino extracción.

7. La economía de una sociedad subyace de todas las personas, de su creatividad y trabajo, nos parezca más o menos importante según el caso. Una encumbrada cirujana no puede desarrollar sus habilidades sin que alguien, mucho más modesto o, a la vista de los demás menos importante que ella, haya limpiado y desinfectado el quirófano. Todas las personas de una sociedad han de ser valoradas y su trabajo y creatividad deben merecer un salario que les permita vivir con dignidad. Por tanto, el trabajo debe quedar fuera de la ley de oferta y demanda, y de cualquier modelo especulativo.

8. La recuperación y mercantilización de los residuos es un gran generador de riqueza, dado que el beneficio que aporta a la sociedad es triple. La creación de empleo para la recogida y posterior separación, el ahorro al evitar el esfuerzo y la contaminación por su destrucción, y el que genera su posterior reutilización. En cambio de perseguirlas y multarlas, la sociedad deberá facilitar el trabajo a las personas que recuperan residuos.

9. Cualquier trabajo sin ánimo de lucro dedicado a la mejora de la sociedad, su bienestar, seguridad y felicidad, sea por mediación de conflictos sociales, soporte, enseñanza de higiene, la protección o mejora medioambiental, etc. deberán ser valorados como factores de creación de riqueza, y apoyados como se merecen.

10. El desarrollo social y económico de una sociedad está directamente relacionado con la capacidad de comunicación de todos sus miembros. La comunicación ha pasado a ser un derecho y también necesidad, por lo cual, tal como nadie discute el derecho a disponer la mejor sanidad y educación posibles, todas las personas deben disponer una herramienta y conexión seguras, que respeten su intimidad y su anonimato a menos que un juez dictamine lo contrario.

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